Buenos Aires: una introducción


Con Shirley en Caminito. Eso es un cuento para otra ocasión.

Tres semanas después de mi primera visita a la hermosa Mendoza en Argentina, regresé con un grupo de mi agencia de viajes a visitar otras ciudades de ese país. Nuestra primera parada lo fue la capital, Buenos Aires.

Esta vez los vuelos fueron a través de Avianca vía Bogotá. Avianca salía de San Juan a eso de las 5:35PM, por lo que inevitablemente se llega a Buenos Aires en horas de la mañana del siguiente día. Copa tenía la opción de salir a las 6AM de San Juan, conectar al mediodía Panamá-Buenos Aires, y llegar a eso de las 9PM; sin embargo, el vuelo del mediodía saliendo de Buenos Aires ha estado siendo sistemáticamente eliminado del itinerario de Copa, y substituido por uno que sale a eso de las 3PM y llegaba poco después de la medianoche. En otras palabras, un escenario casi idéntico a los vuelos entre San Juan y Mendoza.

El avioncito en el aeropuerto de Ezeiza.

Ante esta nueva realidad, sea Copa o sea Avianca (o American Airlines, Aerolíneas Argentinas desde Miami, etc), los vuelos saliendo de Puerto Rico para Buenos Aires están llegando siempre al siguiente día, y en su mayoría en horas tempranas de la mañana. Avianca llega a eso de las 5:45AM, mientras Copa llega a eso de las 6 y pico de la mañana. Por lo tanto, si quieren hacer el «check-in» temprano al hotel, obligatoriamente tienen que pagar por una noche en la que no dormirán para que su habitación esté lista. En caso de que hagan sus reservaciones por su cuenta y no a través de una agencia de viajes, deben asegurarse de informarle al hotel su hora de llegada para no arriesgarse a que los tomen por «no show».

Toda esta información siempre está sujeta a cambios, dependiendo de los horarios de las líneas aéreas.

La Flor de Metal, uno de los lugares más instagrameables de Buenos Aires.

La fila en inmigración era enorme. Esto no es muy inusual cuando se trata de aeropuertos principales, pero en el caso de Ezeiza (uno de dos aeropuertos en Buenos Aires, este siendo el internacional, con Aeroparque actuando mayormente como aeropuerto doméstico) estuvimos más de una hora en la fila. Probablemente se trataba de un horario en donde llegaban varios vuelos a la vez, lo que se traduce en cientos de personas por avión todas pasando por Inmigración.

La importancia de esto radica no sólo en el tiempo de espera luego de un viaje largo – de Bogotá a Buenos Aires son unas 6 a 7 horas de vuelo, más las tres horas de San Juan a Bogotá y la espera de la conexión – sino en que, si ya tienen traslados reservados, saben que hay personas esperando por ustedes que tienen un límite de tiempo de espera, usualmente dos horas. Esto quiere decir que si estuvo mucho tiempo en la fila de inmigración, para después pasar a recoger sus maletas, para después pasar por aduana, no tiene realmente tiempo para hacer otra fila más en algún puesto de cambio de moneda, especialmente si anda en un grupo donde los demás tendrían que esperar por usted. Tampoco recomendaría hacer el cambio en el aeropuerto ya que recibe menos por su dinero (la comisión del aeropuerto es alta). Lo mejor es esperar a llegar a su hotel y luego hacer el cambio en alguna casa de moneda cercana, o en el mismo hotel si es que este lo hace, aunque en este caso ellos también tienen una tajada grande en el intercambio.

Parte de mi cena de despedida de año en el hotel. A pesar de su tamaño, en Buenos Aires no celebran la despedida con tantos bombos y platillos (y petardos) como en Puerto Rico. Sólo vimos fuegos artificiales a lo lejos, en Puerto Madero.

Si usted viaja solo o con un grupo pequeño de amigos o familiares, y no tiene traslados ya reservados sino que tomarán un taxi allí mismo, entonces la cosa cambia y si desea hacer el cambio en el mismo aeropuerto está bien. En este caso lo mejor es cambiar solo lo suficiente para el taxi y quizás una comida, pero igual aplica lo de ir a una casa de cambio en la ciudad que le dé mayor valor por su dinero. Ya había mencionado en la introducción a Mendoza que la moneda local es el peso argentino, y el cambio aproximado al día de hoy es de unos 75 pesos por dólar americano. Cuando fui en diciembre 2018 era de 40 pesos por dólar. Lamentablemente la economía argentina está pasando por un mal momento, aunque esto es algo que beneficia al turista.

La Casa Rosada, residencia del Presidente de la República Argentina.

Por otro lado, esta crisis económica convierte a Buenos Aires en un lugar de alto índice de crimen por robos. Durante el traslado del aeropuerto al hotel (aproximadamente una hora de Ezeiza al centro de BA), y también luego durante el tour de la ciudad, nos repitieron varias veces que tuviésemos cuidado con nuestras pertenencias, y en lo posible carteras o bultos los mantuviéramos frente a nosotros y no en nuestras espaldas.

¿Dónde quedarse en Buenos Aires? Eso realmente dependerá de sus gustos y su presupuesto. Como sucede en muchas ciudades grandes, no hay lo que se conoce como «hotel céntrico», puesto que el hotel podrá estar cerca de áreas de mucha relevancia turística a la vez que está lejos de otras. En mi caso me alojé en el hotel Grand Brizo en la Avenida 9 de Julio, una de las más anchas del mundo, y en donde se encuentra el famoso Obelisco y el teatro del show de Tango Porteño (ambos a tres o cuatro minutos caminando desde el hotel). Es un área de movimiento constante y en donde de hecho hay una casa de cambio de moneda cerca (en dirección al Obelisco). Sin embargo, no está a «walking distance» de otras áreas concurridas como la Calle Florida, Puerto Madero, San Telmo, La Recoleta, etc. Así que no se preocupe mucho por lo «céntrico» y preocúpese más por la calidad general del hotel y el área en que esté localizado.

Tuve suerte con la habitación que me asignaron en el Grand Brizo. Pocas semanas atrás había hablado por teléfono con una de los gerentes del hotel para pasar revista de los acomodos de nuestro grupo (o sea, las habitaciones que eran con cama matrimonial, camas twin, etc) y que estuviese todo en orden. A modo de broma le sugerí que me dieran el «upgrade» a una suite para poder tener la experiencia y venderla en mi empleo como agente de viajes. Ahí lo dejé, hasta que llego a la habitación y me encuentro con que es considerablemente más grande de lo que esperaba, e incluso tenía balcón (vean el video arriba). Así que muchas gracias a la gerente por su amabilidad.

(En mi última noche en Buenos Aires, luego de regresar de Iguazú y antes de seguirlo hasta San Juan al siguiente día, tuve la esperanza de que nuevamente me dieran la suite, pero lamentablemente no fue así. Sin embargo, la habitación estándar es muy similar a la suite, sólo que sin el balcón, la vista, y la sala. Lujos que a nadie le incomodan, pero que no son tan necesarios para aquel que busca y necesita ahorrar. El hotel en general sacó A en mi visita.)

Freddo es una de las heladerías más numerosas de Buenos Aires, y sus helados son muy buenos.

Para moverse por la ciudad por cuenta propia están los taxis. Lo recomendable es tomar uno de los «radio taxis», identificados por su color negro con tope amarillo, pues son más seguros y oficiales. Sin embargo, debo admitir que llegué a tomar taxis que no eran de este tipo y no tuve problemas. Este consejo es más que nada para reducir la probabilidad de que la pasen mal allá.

Sobre los lugares que visité, ya hablaré más a fondo sobre ellos en futuros blogs. ¡Bienvenidos a Buenos Aires!

Si les gusta nuestro contenido, recuerden darle a “seguir el blog por e-mail” al final de esta página, para mantenerse al día sobre nuevas publicaciones. También ayuda el que lo compartan. ¡Hasta la próxima!

Categorías: Buenos AiresEtiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: