
Fueron casi cuatrocientos kilómetros de distancia, once horas de travesía, cuatro paradas turísticas y una de almuerzo. Desde iglesias ultra-lujosas en pueblos pequeños, pasando por ruinas Incas y parajes majestuosos, la ruta en bus de Cusco a Puno no es solo un traslado de una ciudad a otra, es todo un tour que vale la pena tomar en lugar de simplemente montarse en un avión.
Turismo Mer es la compañía de autobuses que provee este traslado monumental. El bus tiene su propio guía que habla inglés y español, además de una especie de anfitrión que es quien primero habla sobre el viaje y sobre Puno, nuestro destino final. El panfleto turístico que aparece abajo, que contiene entre otras cosas el mapa de la ruta que muestra la foto, tiene un costo de diez soles. El «anfitrión» dice que antes se daba gratis pero que por la crisis económica, etc., ahora lo venden. Me da igual; en ambas ocasiones que viajé con ellos compré el panfleto, pues es muy completo (y el primero que compré se hizo pedazos en mi mochila).

Este autobus, claro está, no llega al hotel a buscar a los pasajeros. Ese trabajo le corresponde al tour operador que esté utilizando (o a un taxi, si es que compra el boleto de autobus por su cuenta), que les da el traslado a la estación de autobuses. El bus que nos tocó tiene una capacidad de hasta 50 pasajeros, y es bastante cómodo. Se supone tiene wi-fi, pero fuera de unos pocos usuarios que agarraron la señal tan pronto revelaron la contraseña, el resto se quedó sin nada.

Este camino se conoce como la «Ruta del Sol», aunque no sé a ciencia cierta la razón del nombre. Sospecho que esto fue explicado en el camino y simplemente no lo recuerdo, pero abusando de la memoria creo que es debido a que pasa por las ruinas de un templo en honor a Wiracocha, el dios supremo de los Incas y venerado como el dios del sol (entre otras cosas). La ruta en sí alinea este templo con otros lugares de importancia religiosa para los Inca, incluyendo Machu Picchu, y en efecto si analizan el mapa de arriba verán que trazando una línea recta esta pasa por varios lugares de este tipo. La realidad es que la significancia si mal no recuerdo era también una de corte astronómica. Bueno, que por ahí va la cosa.
Andahuaylillas

Altura: 3093 metros sobre el nivel del mar
Nuestra primera parada, apenas cuarenta minutos de empezado el viaje, lo fue el pequeño poblado de Andahuaylillas. La visita aquí se centra en la iglesia que aparece en la foto de arriba, cuya fachada es una bastante normalita, nada mal pero tampoco algo que salte a la vista.
Lo que salta a la vista es el interior, el cual al igual que con la Catedral de Cusco no se permite fotografiar. Aunque su nombre oficial es Iglesia de San Pedro Apóstol de Andahuaylillas, coloquialmente se conoce como la «Capilla Sixtina de América» debido a la decoración interior. Claro, aquí no vino Miguel Ángel a pintar nada, pero eso no la hace menos impresionante.
Tiene cuadros en marcos de madera bañados en pan de oro, además de diseños en el techo y paredes que reflejan influencias no solo católicas sino también árabes y andinas, pues sus artistas fueron andinos, representando el sincretismo típico de la región. En la entrada, mirando desde adentro, se encuentra a la derecha una pintura de la entrada al cielo, y a la izquierda una representando la entrada al infierno. Encima de la entrada se encuentra una imagen de Jesús.
Al otro extremo en el fondo hay tres enormes altares, todos revestidos con el mismo baño de oro que los marcos, representando el de la izquierda la crucifixión, el de la derecha tiene un papa, y al centro San Pedro y San Pablo.
Todo este oro resalta en un pueblo tan humilde como lo es Andahuaylillas; pero sucede que Andahuaylillas estaba en una ruta mercantil española que hacía posible el paso de tanto oro como para terminar adornando ostentosamente a esta iglesia.
Parque Arqueológico de Raqchi

Altura: 3475 metros sobre el nivel del mar
Cosa de hora y media después de salir de Andahuaylillas llegamos a Raqchi, uno de los más importantes centros religiosos del imperio inca. Raqchi contiene el templo al dios Wiracocha, la principal deidad de los Inca, el cual fue destruido casi en su totalidad luego de la Conquista debido a que estaba prohibido adorar a otros dioses. Como pueden apreciar en la foto arriba, sus paredes eran bastante altas, y el templo en sus tiempos debió ser una estructura impresionante.

El resto del complejo contiene los remanentes de estructuras que en su época sirvieron como lugar de peregrinación y refugio, los ya conocidos tambos de los que he hablado en otras entradas. Aquí se permanece por cosa de 45 minutos. Si quieren utilizar el baño público (y en un viaje así todo el mundo necesita ir al baño) deben pagar 1 sol por la entrada.



Sicuani

Altura: 3542 metros sobre el nivel del mar
Sicuani es tan solo la parada para el almuerzo, pero el restaurante (propiedad de Turismo Mer), tiene un patio extenso con una cascada artificial de fondo, algunas hamacas, columpios, y una canchita de fútbol.
Abra La Raya

Altura: 4335 metros sobre el nivel del mar
Un «abra» en el contexto que nos compete aquí es, según Wikipedia, un valle transversal a una alineación montañosa de estructura anticlinal, causado por la erosión fluvial al descender su nivel de base. En palabras simples, es la formación geográfica en la que se encuentra este mirador, en donde se puede apreciar el nevado Chimboya, de 5300 metros de alto.

Aunque no se puede apreciar en las fotos, la segunda vez que pasé por este lugar (foto de arrriba, con más barba) había menos nieve en los nevados, y en general se veía más seco. Esto a pesar de que era la misma época que la vez anterior (julio, invierno aunque época seca). La temperatura tampoco era lo baja que había sido antes, que sí se puede apreciar en las fotos por la diferencia en abrigos. Ya había experimentado algo de este fenómeno en la laguna Humantay, donde a pesar de la altura y la cercanía del nevado, la temperatura estaba lo suficientemente alta como para quitarme el abrigo.
Lo que fue igual era la escasez de oxígeno. A 4300 msnm se siente la diferencia, especialmente cuando ese mismo día has estado a 3000 y 3500 msnm. Este es el punto más alto del viaje, y aunque Puno es más alto que Cusco, su altura ronda los 3800 msnm, por lo que este punto de La Raya es lo más fuerte con lo que tendrá que lidiar su cuerpo.
La Raya también es la frontera entre los departamentos de Cusco y Puno. Oficialmente salíamos de Cusco y entrábamos en la parte final de nuestro viaje, no sólo de la Ruta del Sol, sino de la experiencia en Perú.
Pero aún la Ruta del Sol no termina. Queda una parada más en el camino…
Pucará

Altura: 3879 metros sobre el nivel del mar
La verdadera parada aquí no es el pueblito de Pucará, sino su museo antropológico. Esto no lo supe sino hasta mi segunda visita, pues para la primera (julio del ’21) el museo estaba cerrado por la pandemia y en su lugar nos dejaron recorrer la plaza y sus alrededores por un rato. Y aunque el museo presenta cosas interesantes, el pueblito tiene un no se qué atractivo que me hizo lamentar el no tener la oportunidad de recorrerlo nuevamente.



Pero no es que el museo sea una mala opción. El mismo contiene una serie de artefactos pertenecientes a civilizaciones pre-incaicas de la región, así como los restos de animales de la región utilizados por estas civilizaciones.


Lo más famoso de Pucará son sus toritos, que para este punto del viaje deben haber visto varias veces en otras partes del Perú.

Los toritos simbolizan fertilidad y prosperidad, y los ponen encima de las casas para que favorezcan a quienes vivan bajo su techo. Versiones souvenier de los toritos las pueden comprar en Pucará una vez terminen la visita al museo.
Pucará es la última parada del bus antes de llegar a Puno, pasando primero por Juliaca, que es la ciudad más importante de la región, y en donde se encuentra el aeropuerto. Esta ciudad está aproximadamente a una hora de Puno.
La próxima semana hablamos finalmente de Puno, específicamente su atractivo principal: el lago Titicaca.
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