Mencioné brevemente al restaurante El Pórtico durante la publicación de la Catedral de Sal, como uno que tenía su propia particularidad que lo hacía interesante. Aquí abundaré un poco sobre a qué me refería.
El Pórtico se encuentra a mitad de camino entre Bogotá y Zipaquirá, razón por la cual servía de punto perfecto para nuestra parada de almuerzo. La arquitectura es una colonial, detalle importante como verán un poco más tarde. Tiene muy buen ambiente, ayudado no solo por la arquitectura sino por los bellos alrededores. Es un lugar tranquilo (al menos a la hora que fuimos) y la comida deliciosa. No soy un «foodie» ni nada que se le parezca, pero la comida se merecía la consabida foto Instagrameable.
Pero el local va más allá de un restaurante, pues a su alrededor lo que hay es, esencialmente, una réplica de un pueblito colonial. Es esto lo que le da la particularidad a El Pórtico, lo que le ha permitido ser escenario de varias telenovelas colombianas, entre ellas la muy recordada Pasión de Gavilanes. Tan recordada que hasta yo que no la he visto la recuerdo.
De hecho, en el momento en que estábamos allí (en la iglesia de arriba) se encontraban grabando una telenovela sobre la india Catalina, que por lo que he visto se llama La Reina de las Indias. Es una telenovela de corte histórico situada a principios del siglo XVI. Lo que no nos dijeron allí y me entero ahora que busqué información para este blog, es que la mencionada india Catalina es interpretada por la puertorriqueña Essined Aponte.
De manera que una visita al restaurante El Pórtico es más que una parada para comer bien; se trata también de un recorrido histórico y telenovelesco que, aún si no se encuentran grabando algo en esos momentos (y el estar allí no nos ayudó en nada a ver algún actor o actriz, así que da lo mismo) vale la pena experimentar. Un hermoso lugar, con buen ambiente y buena comida. ¿Qué más se puede pedir?
DE PUNTO A PUNTO EN EL MUNDO 
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