Estambul: Navegación por el Bósforo


El frío de noviembre apretaba a pesar de ser mediodía y vestir con abrigo y bufanda. Estambul en esta época del año promedia los 50 grados Fahrenheit (unos 10 Celsius), y combinado con el viento producto del mar y la navegación se siente como un frío cortante. Pero todo esto lo vale, porque navegar por el Bósforo es una de las mejores maneras de experimentar Estambul.

Para llegar al muelle tuvimos que sortear por un rato las calles de Estambul a pie. Hay que tener en cuenta que aquí los vehículos son prioridad; no esperen que nadie se detenga porque a usted le dio por cruzar la calle. Es imprescindible tener cuidado de no ser arrollado.

Lo bueno de esta navegación, aparte de ver por las costa diferentes puntos de la ciudad – incluyendo casas de famosos del cine y telenovelas turcas – es ver las grandes estructuras que son los puentes de Estambul. Uno de estos puentes sirve de punto fronterizo entre Europa y Asia, aún cuando en todo momento sea la misma ciudad, por lo que la navegación de manera literal es por dos continentes.

Pasando por el puente Fatih Sultán Mehmet, el cual permite el tráfico entre Europa y Asia.
Vista desde el barco de la Escuela Militar Kuleli, fundada en 1845. La escuela hoy en día es un museo.

El tour regular por el día es imprescindible, pero además existe una versión nocturna que a mi entender es casi tan imperdible, porque les permite ver todos los principales atractivos desde otra perspectiva.

Vista nocturna del puente Faith Sultán Mehmet. También se puede apreciar parte de la Fortaleza Rumeli.

Lo que más me gustó fue ver la Fortaleza Rumeli de noche, la cual es bastante vistosa con sus luces (de día casi pasa desapercibida en la inmensidad del Bósforo). Esta fortaleza tiene una historia muy interesante, pues fue construida en un periodo de tan solo cuatro meses por el sultán Mehmet, el mismo que conquistara Constantinopla en 1453. Un año antes mandó a construir esta fortificación para controlar el paso por el Bósforo y establecer un punto de defensa para su ejército, el cual en aquel momento tenía bajo sitio a la ciudad. Su nombre en turco – Rumeli Hisari – significa «Fortaleza en la Tierra de los Romanos», pues deben recordar que hasta este punto Constantinopla era la capital del Imperio Romano Bizantino.

Rumeli Hisari.
La Escuela Militar Kuleli de noche.

El barco de noche tiene actividades de bailes a bordo, además obviamente de la cena. Técnicamente se puede ver desde adentro parte de estas atracciones, pero yo me quedé afuera – en el frío cortante – pues lo interesante para mi es ver lo más cerca y claro posible todos estos lugares. Asumo que en verano la temperatura es mucho más llevadera y más gente estaría fuera por más tiempo, pero el con de ir en verano es que el calor en Estambul va a ser bastante intenso. Fui a la ciudad tanto en octubre como en noviembre, y en noviembre el frío era notablemente más intenso. Yo diría que septiembre u octubre son las mejores fechas para viajar, y para hacer estas navegaciones.

En nuestra próxima entrada hablaremos sobre Galata y los bazares – particularmente cuáles valen la pena. ¡Hasta entonces!

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