
Soy y no soy un entusiasta de los museos. Me encanta ver objetos ancestrales, pedazos de historia física que retratan un momento y un lugar en el libro de la Humanidad. Me gusta apreciar el buen arte – el buen arte, no muchas de las cosas que pretenden pasar por arte «moderno» hoy en día. Los museos son como un album de recuerdos, o un Instagram vivo, tridimensional, palpable, interesante.
Pero siento que si voy a un museo sin conocer bien sobre lo que se exhibe, voy a ser incapaz de apreciar lo que estoy viendo, y en ese caso la visita se vuelve algo frustrante, incluso aburrida. No basta con ver el objeto, necesita de contexto para completar la experiencia. Es la misma razón por la que no me gusta publicar fotos de mis viajes sin contexto, y he llegado al extremo de crear un blog para dárselos. De manera tal que estaba emocionado con poder visitar un museo Louvre, y no tan emocionado con mi falta del expertise necesario para que la experiencia sea una completa.

No debí preocuparme, en realidad. Apenas tuvimos una hora para ver lo que pudiéramos de un museo tan grande que hace falta más de un día para verlo en su totalidad. También tienen una colección de obras de arte y objetos arqueológicos que con o sin el expertise necesario se puede apreciar por su calidad o valor histórico. Para los boricuas que me leen, si alguna vez van al Louvre Abu Dhabi, asegúrense de ver el cemí de Puerto Rico que forma parte de su exhibición. Yo no lo pude ver, pero José Luis, uno de mis compañeros de viaje, amablemente me envió la foto que tomó del valioso objeto que forma parte de nuestra propia historia.






Napoleón Bonaparte, de Jacques-Louis David, muestra al emperador francés cruzando los Alpes el 20 de mayo de 1800. El cuadro en sí data de 1803.
Aunque hubo un par de exhibiciones más por las que pude pasar, la hora se terminó y detenerse a ver cada objeto era imposible. Tampoco pasé por todas las exhibiciones, como mencioné al principio. Si planean ir al museo durante su visita a los Emiratos, dense un día entero para explorarlo a su antojo.

Quedarse par de noches en Abu Dhabi no vendría mal tampoco, pues la capital poco a poco está haciendo las gestiones para no quedarse atrás de Dubai, y su oferta turística cada vez es mayor. El área en donde se encuentra el Louvre se convertirá eventualmente en una zona cultural con varios museos de renombre, entre ellos un Guggenheim que lleva varios años de constantes retrasos. Exactamente cuándo se terminará este y otros proyectos es un misterio. De hecho, aunque la oferta hotelera en Abu Dhabi se ha incrementado en los últimos años, la presencia única del Louvre no ha llegado las expectativas de la industria, pues la mayoría de los turistas hacen lo que yo y visitan el museo desde Dubai.
Hasta aquí por ahora nuestros blogs de los Emiratos. Nuestra próxima parada es una rápida: Bangkok, Tailandia, en donde pasé un día antes de volver a América. El porqué fue así, y qué vi en ese tiempo será el tema a discutir la siguiente vez. ¡Hasta la próxima!
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