
Eran las cinco de la mañana y el frío estaba que corta. Todavía oscuro, todavía nosotros con algo de sueño por la madrugada que nos dimos, pero ansiosos por comenzar lo que sería el punto más alto de nuestro viaje a Turquía: el famoso sobrevuelo en globo por la Capadocia.

Ya los globos comenzaban a llenarse con aire caliente, produciendo un espectáculo de luces en lo que eran los últimos vestigios de la noche turca, minutos previo a la salida del sol. Con el frío que hacía, el quedarse relativamente cerca de tu propio globo te daba un alivio cada vez que ardía la llama para llenarlo. Bueno, en realidad era tan caliente que uno pasaba en menos de un segundo de estarse congelando a casi quemarse la cara.

Cada canasta es lo suficientemente grande como para acomodar a treinta personas, dividiéndose la misma en varias secciones de 4 o 5 personas. El problema viene en buscar acomodarse pegado a la orilla para poder tomar las mejores fotos y videos posibles.
Y es aquí donde debo mencionar que todas las fotos y videos originales de mi primer viaje a Turquía (y parte de Egipto) las perdí en un lamentable accidente involucrando un SD Card defectuoso que corrompió todos los documentos. No los he borrado con la esperanza de algún día poder recuperarlos, pero hasta ahora todo lo que he intentado ha sido en vano. Tuve la suerte de regresar a Turquía inmediatamente terminé ese primer viaje, pero no tuve la suerte de poder realizar el sobrevuelo de la Capadocia una segunda vez, pues la Fuerza Aérea turca no dio el permiso por mal clima. De modo que lo que publico aquí sobre el viaje en globo son cosas que puse rápido en Facebook y sobrevivieron al desastre. El problema es que lo mejor se perdió, pues quería reservar todo ese material para cuando publicara por este blog sobre el viaje.
En fin.

¿Qué puedo decir de este popular sobrevuelo? Pues que cumple con las expectativas, y si el clima lo permite es un «must» para todo aquel que visite Turquía. La Capadocia es una zona espectacular visualmente, y si a ese espectáclo geográfico se le suma la visión de cientos de globos en el aire, y el glorioso amanecer, lo que se tiene son unos recuerdos para toda la vida, con o sin material sobreviviente.

Los globos en sí son enormes, como mencioné anteriormente, y apenas se siente el movimiento, ya sea en ascenso o en lateral. Para nada se trata de un vehículo inestable, así que si sus miedos de tener esta experiencia se basan en eso, sepa que no tiene de que preocuparse. Hace bastante frío allá arriba, por lo que aún en el caso de que vaya en una época del año en donde la Capadocia no sea muy fría, igual para el sobrevuelo debe llevar abrigo y – dependiendo de la época – guantes, bufandas, y gorro. Yo no fui tan preparado y sufrí un poco con el frío (en octubre). Cuando regresé en noviembre llevaba todo lo necesario, más tomando en cuenta que estaba considerablemente más frío, pero por supuesto al final no se dio.

Sin embargo, no crean que el perderse del sobrevuelo significa que el viaje a la Capadocia fue una pérdida de tiempo. Capadocia sigue siendo uno de los lugares más hermosos de Turquía, con o sin globos, y tendrán grandes experiencias allí pase lo que pase.



No tengo que decirles que la Capadocia está en la mirilla de la mayoría de los visitantes de Turquía. El sobrevuelo es, quizás, el más famoso del mundo en su clase, y muchas personas quieren ir a Turquía con el fin de realizarlo. Lo que sí tengo que decirles es que, aún en el caso de que no sea posible (y deben prepararse mentalmente para esa posibilidad) tanto Turquía en general como la Capadocia son lugares que todo viajero debe visitar al menos una vez en la vida.
Próximo en De Punto a Punto en el Mundo: las ruinas de Éfeso, y ¿una casa donde vivió la Virgen María? ¡Hasta entonces!
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